— Oscar Wilde
¡Hola! ¿Cómo estás?
Al final todo pasa y todo se olvida, nada se detiene por nadie y si no aprovechamos este instante tal vez nos lamentaremos por no hacer eso que soñábamos en su momento el resto de nuestras vidas ¿Qué debemos hacer? No permitir que se queden esos nudos en la garganta, espinas que hacen que poco a poco hacen que nos sintamos ahogados, he conocido personas se acostumbran y otras que dicen lo que piensan sin temor alguno, lanzan sus pensamientos como flechas al aire y solo esperan.
Me temo que yo decidí ser del segundo grupo, desde hoy no pienso quedarme en silencio y creo que tu me enseñaste eso, me hiciste entender que a veces la vida te coloca solo una oportunidad para hacer las cosas y el tiempo es corto, ya cuando menos te lo imaginas todo paso y ese tren que se fue no va regresar... Tu no volverás y yo prefiero soltar todo lo que sentí en su momento para dar marcha hacia adelante... Los ángeles pasan por tu lado solo una vez y luego se van para siempre, luego solo obtendrás un matiz de recuerdo de lo que fue y donde estuvo, Querrás vivir esa sensación una y otra vez a pesar de saber que nunca se repetirá, justo como aquel que pierde su deseo al no darse cuenta que paso una estrella fugaz. Vivo con el constante miedo de pensar que un día tal vez me despierte, te recuerde y llore, no porque tu me lastimaste sino porque fui tan miedosa que no supe ni siquiera como dirigirme a ti de la forma correcta.
Desde hoy no temeré a decirle a alguien que lo quiero, no lo voy a pensar dos veces y le preguntare a ese extraño quien es y por que esta tan interesado en ese libro, no dudare cuando quiera abrazar a mama y le recordare a todas las personas a mi alrededor lo importantes que son para mí.
Reconozco que no puedo regresar el tiempo a ese jueves primero de octubre, no puedo volver a verte sentado mirando hacia el infinito con esa mueca que solo tu sabias hacer, no sabes cuanto lo lamento... Al fin y al cabo ¿Tuviste alguna idea de lo que me hiciste? De alguna forma yo también me pregunto ¿Será que yo también te hice lo mismo? No sé y no lo sabré, quizás no, probablemente yo caí en su hechizo o tal vez, en un ''quizás'' que cualquiera soñaría yo estuve presente en tus pensamientos desde ese día, ese quizás es una incógnita que tengo y estoy segura que no aclarare ni hoy ni mañana porque tu ya no estas.
Somos humanos, frágiles y expertos en cometer errores, tenemos miedo e inseguridades, pensamos y soñamos con un futuro. Levántate, mira al cielo con una sonrisa y empieza a vivir sin miedo... Habla acerca de tus sentimientos y no dudes en abalanzarte hacia eso que quieres, conoce y aprende todo lo que puedas, no tengas miedo a preguntar, sueña y ama, no olvides querer a tu familia como a nadie en el mundo. Cuando seas un anciano y mires hacia el cielo esperando por nuestro nuevo viaje hazlo con una sonrisa porque te llevas contigo todos tus logros y vivencias ¡Ya basta de escondernos, vamos a vivir!
