viernes, 16 de diciembre de 2016

Dije de corazón perdido.



Dije de corazón perdido:
Aquella persona
De alma en pena
Me dio ese dije
Que contiene una condena.
El dije con forma de corazón
Será mi perdición
Debido a quien por su ambición
Perdió el amor.

Esa es una maldición
Que pasa de generación en generación
Y que por desgracia
A mi casa llego.

Yo soy quien va por ella
A quien la oscuridad consumió
A quien por amor, todo se le negó.

Dije de corazón perdido
Escucha mi canción
Dije de corazón amargado
Te perdiste en tu ambición.

Dije de corazón  perdido
Yo voy a romper esa maldición
No vuelvo a ver ese chico
Quien por amarlo no recibió el perdón.
Dije de corazón olvidado
Olvida aquel sufrimiento
Y déjame ser
Apoyo y aliento.

Dije de corazón perdido
Pido que vuelvas por favor
Dejándote en libertad, término este canto del perdón.

Dije de corazón perdido
Ya no tienes a nadie a quien atormentar
Puesto a que yo, enfrentare a mi destino
Por mi y por los míos.

Ya no existirá ninguna maldición
Vuelve a la paz
¡Dije de corazón perdido, te dejo en libertad!

lunes, 28 de noviembre de 2016

La casa de los espíritus



La casa de los espíritus

Espíritus nobles
Espíritus fuertes
Espíritus guerreros 
Residen en esa casa
De alma ausente.

¿Alguna vez estuvieron vivos?
La gente los recuerda
Hasta que una tragedia
Los dejo en una epidemia.

La partida de un ser querido
Los volvió enemigos
Y a su vez, jamás volvieron a unirse con ellos mismos.

Poco a poco se volvieron fantasmas
Grises y llorosos
De piel áspera
Y ojos vidriosos.
Ya no salen de esa casa
Ni siquiera las más jóvenes pudieron sobrellevar tal situación
Una vive en llanto eterno
Y la otra, buscando un compañero para acompañarla en su duelo.

Son espiritus que viven gracias a un dolor sincero
Que a su vez, se hizo todo para detenerlo
¡Salgan espiritus y vuelvan a su centro!

Vuelvan a ser esos de alegres parentesco
De ojos que brillaban como el mismo cielo
Vuelvan esos recuerdos de alegría
Donde se prometía que nadie en esa casa lloraría
.
Bienvenidos a la casa de los espíritus,
Donde nadie quiere estar en paz consigo mismo.

jueves, 24 de noviembre de 2016

Vuela, hermosa aguila



Vuela, hermosa águila:

Era una corazonada
Saber si en realidad me querías
El problema fue saber
Si algún día me lo dirías.
¿No lo dedujiste por todo lo que estaba escrito en la pared?
La suavidad de los trazos
La dulzura de las palabras
La intensidad del cariño que estaba escrito en la pared
Solo lo tenías que ver.

Te agradezco que no me quisieras
O más bien por tu plena sinceridad
Jamás podríamos estar juntos
Debido a que el destino
Separo nuestros caminos.

Solo una última cosa quisiera pedirte
Debes estar más despierto
Porque así sabrás quien está dispuesto a brindarte un amor sincero.

¡Vete y se feliz hermosa águila!
Abre tus alas en vuelo
Aunque sé que jamás te quedaste
Con ese pequeño búho de ojos de trueno.

Vuela libre hacia el horizonte
Vuela hacia la paz
Vuela hacia el rio.

Abre tus alas y vuela en paz
Contigo, conmigo
Porque es prometido que no te volveré a molestar
Mi querido amigo.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Una sonrisa olvidada.



Una sonrisa olvidada:
´´Es fácil perdonar a un niño con temor a la oscuridad; La verdadera tragedia es que los hombres teman la luz’’ Platón

En la casa González Fuentes vivían María Isabel  y Carolina González, María Isabel, llamada así por su madre, Isabel, adoraba escuchar los cuentos de su abuela Mariana, Todos tenían una esencia única y verídica, después de años de recuperación de su abuelita, Mientras María Isabel y Carolina peinaban a su abuela para ir a casa de su tío Eduardo.
-¡Abuela! ¿Por qué yo nunca puedo escuchar tu historia?-Dijo con la rabieta de una niña, Aunque no lo era.
-Porque siempre estas distraída- le replico María Isabel con burla, siempre le gustaba molestar a su hermana menor
-¡Basta las dos! ¿Por qué mientras esperamos les cuento mi historia? Al final, tengo un desenlacé afortunado mis princesas… ¡Ya Carolina déjame el pelo!  Veamos… Por donde comienzo…-La abuela cerro sus ojos por un momento y varias imágenes pasaron por su mente… Y así Volvimos al comienzo…
Maturín, era conocida como ‘’la ciudad distinta’’ epíteto que Mariana nunca entendía, ya que para ella, era el lugar más común del mundo… Solamente existían dos cines, de los cuales, uno era considerado el mejor… Existía un sector denominado ‘’Las avenidas’’ donde estaban rodeados de clínicas y varias, varias (En realidad muchísimas) Parroquias… Donde la mayoría de los lugareños le gustaba asistir…Mariana siempre pensó que era ridículo ver como las personas iban a las parroquias o a las basílicas tratando de practicar el culto a Dios, pero en su día a día eran chismosas y banales, Su padre siempre decía que ‘’El que hacia bien le iba bien’’ Pero ¿Había veces en las que el destino se equivocaba? ¿O solamente Dios pensaba que para los grandes guerreros eran necesarias las grandes batallas? Ella creció con esa duda, lo que ella no sabía era que viviría en carne propia esa situación… Desde niña, a Mariana le habían gustado los grandes prados, donde ella jugaba con sus 10 hermanas y hermanos, ella era la 5 después de 4 mujeres, Sofía, Aurora, Flor y Bella, después, estaban 3 Varones, Eduardo, Juan y Pedro José(Peruchito,Peruchito) después seguían las dos últimas, Luisa y Josefina(Siendo esta 10 años menor que Mariana, Tanto así que la quería como una madre, la apodaba cariñosamente Mana) Esos días eran geniales, En las mañanas, todos se levantaban a desayunar y su madre, Doña Hortensia de León, Cantaba y peinaba a sus hijas con mucho cariño… Todas tenían características similares, como los ojos tinta, similar al ahumado de las ventanas de los carros… Como si fueran unos túneles, negros y profundos… Cabello negro, largo y liso… Eran las características Mulatas de su madre, siendo dominantes para todos ellos… Su padre, Don Eleuterio León, Era un hombre filosófico y con gran pasión hacia el arte, Mariana no tenía mucha relación con su padre porque este le interesaba más convertir a sus hijos en machos… Y a las mujeres les dejaba las tareas de lavar, limpiar y ordenar la casa… A Mariana nunca le gusto esa idea, siempre pensó que ella debía de hacer algo mas… por eso siempre fue una gran estudiante, hasta que descubrió su profesión ‘’La enseñanza’’ Aunque en esa época, en Maturín no se encontraban lugares para educar a los maestros, por eso tuvo que trasladarse a Caicara de Maturín, donde estaba un gran lugar donde educarse… Después Josefina y Luisa, siguieron su ejemplo… De estudiar ¡Las mujeres deben hacer algo más que limpiar y atender a sus esposos! Mariana siempre fue una mujer muy atractiva, Alta, de cabello negro como la noche y ojos grandes, de un color como la tinta negra al derramarse en un papel para escribir el mejor de los poemas… Con una sonrisa preciosa, Además, siempre fue una persona limpia, pura y alma blanca… Y ella era la prueba viva de que la naturaleza buena o mala de ti misma se manifiesta en tu exterior, Ella fue la mejor de su generación, tanto así que recibió un reconocimiento el día de su graduación… Ese día lo conoció a él, a Antonio Miguel González, Quien sería su esposo y padre de sus 3 hijos, Antonio era un hombre guapo, con el cabello de un color cobre, similar a la miel recién salida de un panal de abejas… Con una piel pálida que hacia contraste a la perfección con el cabello y ojos…De un tono amarillo verdoso, Era alto y corpulento… de contextura gruesa que lo hacía parecer un verdadero levantador de pesas, pero aun así, caminaba con total elegancia… Y su tono de voz era musical y tenue… Era una lástima que toda su esencia escondiera a la bestia que llevara dentro de sí mismo…No dudaron en comprometerse después del primer mes de haberse conocido, El decía que era un hombre bastante ocupado, era abogado… Bastante hablador de su materia… trataba a Mariana con total aprecio, y después se abrió paso a la más elegante de las bodas, Mariana se quedaba corta… Con una iglesia repleta de flores e invitados, ella lucia el vestido de novia más elegante de la época… Era todo cuanto se había esperado, La gente-Banal y estúpida- pensaba que porque él trataba a Mariana con total aprecio, sería lo mismo que con sus hijos… Pobre futuro esperaba… Se mudaron a una enorme casa de campo, bastante lejos, en el municipio donde Antonio trabajaba, Acosta… El lugar era precioso, la casa tenía 5 habitaciones, un ático y sótano… además de un enorme Sauce de viejo aspecto en el jardín… Mariana al principió le parecía aterradora, pero a ella siempre le habían gustado los jardines así que ese sauce muy pronto tendría el aspecto más bonito de toda Venezuela,Con el pasar de los meses, Mariana estaba desesperada, porque no habían concebido un niño… Y a Antonio le molestaba esa situación, hasta el punto de, encolerizado, buscar a una vidente para ver lo que estaba sucediendo, Mariana no creía en esas cosas… Pero la rabia de Antonio era tan iracunda que decidió ir con él para no hacerlo sentir peor… Al llegar, la vidente en sus aposentos solamente quiso atender  a Mariana.
-Hola, Mariana ¿Necesitas un te? Te veo un poco aturdida-Para ser una vidente, o bruja también llamada, era hermosa, tenía la fase de un ángel malicioso con los ojos del azul del cielo cuando está a punto del anochecer.
-Eh, no, estoy bien…-A Mariana le sorprendió que supiera su nombre… Pero luego pensó que tal vez Antonio le dijo que ella iba a hacer una sesión.
-Veo tu problema ¿No puedes concebir? ¿O sí?- Abrió los ojos de par en par, mostrando un aire triste, Mariana se pregunto cuál sería la causa de su tristeza.
-No he podido, Hace un mes, pensé que estaba embarazada, pero una semana después me bajo la menstruación-Dijo Mariana con un aire de desolación.
-Pero tú no querías venir para acá ¿O me equivoco? ¿No crees en mi o sí? Es necesario que creas- dijo ella con un tono autoritario
-Solo vine por mi esposo-Admitió al final
-Escúchame bien lo que te voy a decir, Mariana León, Soy una vidente, veo lo que debe verse y ya está, el futuro puede cambiar si tu quieres que así suceda… En un mes te empezaras a sentir mal, Vómitos y ese tipo de cosas… Y tendrás a tu primer hijo… Sera Varón y lo nombraras como tu Esposo ¿Por qué me miras con esa cara de sorpresa? Si, no será solo un varón, serán 3, En un año, vendrá el segundo… Tendrá una marca de luna creciente en el hombro derecho, tranquila, no es nada grave… El tercero y último será el más parecido a ti, Lo tendrás en dos años… Te advierto, ten cuidado, Ellos, como tú, corren peligro y tu verdugo será la persona a quien más aprecies… Sal de aquí ahora, no tengo más nada que decirte- De repente Mariana sintió las ganas de salir corriendo, de ir hacia su casa y encerrarse en su cuarto, su verdugo seria quien más ella amaba, sus tres hijos… la luna creciente… El camino hasta llegar a su casa fue bastante silencioso y tranquilo y al llegar, al encerrarse en su cuarto y sentir la paz de su cobija de color marrón... Encontró algo, era una medalla, Él dije tenia  forma de luna creciente, dorado  y detrás tenía algo escrito ‘’la magia y la inteligencia son cosas peligrosas, pero el amor lo es todavía más’’  Mariana pensó en la vidente, sus ojos, ese azul oscuro y malicioso de cualquier atardecer… ¿Qué escondería? Emanaban una ruptura increíble, tal vez un asunto inconcluso o tal vez un amor prohibido o perdido… Solo había que ponerse a analizar la cara de una persona o más bien, sus ojos, que dirían, los ojos no saben guardar secretos y nadie más que ella lo sabía.
El plazo que dio la vidente para que Mariana tuviera a su hijo ya había llegado a su fin, El mes había pasado lento, En espera… Hasta que ella empezó a sentir mareos y ataques hormonales… Pasados 15 días se dio cuenta que tenía dos semanas de retraso de menstruación… Mariana no creía que la vidente haya sido tan acertada, Antonio intentaba esconderlo, pero últimamente se había visto muy  nervioso, ansioso y todas las noches bajaba al sótano con el fin(Al parecer) de mirar si todo estaba en orden, Mariana pensaba que era ridículo, si unos ladrones intentarán meterse, lo harían por otras puertas, en lugar de utilizar el sótano… Ella se guardo ese pensamiento para sí misma y evitaba hacerlo enojar a toda costa, al ir a su médico de confianza, El doctor Andrés Castro, este no dudo en decirle la verdad ¡Estaba embarazada! Mariana no pudo evitar contener la felicidad y la sorpresa de este asunto… La vidente tenía razón… Estaba esperando a su primer hijo,   Durante ese tiempo se podría decir que ella fue la mujer más feliz de  la época, llena de mimos  y caricias por parte de su esposo y sus hermanas, sus queridas hermanas y su madre estaban de visita con ella… Josefina, Ya había terminado su carrera de profesora y era una bonita flor de piel tostada, Ella deseaba que esos momentos no se terminaran... El pequeño niño, se llamaría como su esposo y su segundo nombre seria Enrique, a ella siempre le había gustado ese nombre…  Pasados los 9 meses, ocurrió el nacimiento de Antonio Enrique Gonzales León, el primogénito de esa familia… Fue una intervención por Cesaría… El niño era precioso, Cachetón, corpulento, de piel blanca y cabello negro, liso y unos ojos marrón claro, similar al color de un roble en sus años de vida… Todo era alegría con este primer niño, Antonio estaba muy contento con el… decía que él iba a ser tan fuerte e inteligente como su padre… Pasaba el tiempo y todo parecía ser un cuento de hadas ¡Era un sueño! Antonio era el niño más dulce del mundo, todo era mejillas y sonrisas… Su esposo la besaba con ternura cada vez que llegaba de su trabajo y cuando el creía que ella no estaba mirando, cargaba al niño y lo mimaba con mucha dulzura… Nada más que ver esas escenas hacía a Mariana la mujer más dicha, Al pasar un año del nacimiento de Antonio… Mariana empezó a ver que otra vez se sentía mal, en estado de espera… ¡Dios, la vidente había acertado de nuevo! Estaba embarazada de nuevo… Aunque este embarazo fue difícil, muy difícil y doloroso también… Antonio le cayó por sorpresa el segundo hijo que iban a tener, pero eso no quería decir que no estuviera emocionado con la idea… Quería que se llamase Eduardo, como su hermano menor… Pero También le atraía el nombre José… Por eso decidió llamarlo José Eduardo, El niño nació en perfectas condiciones, aunque este no era tan cachetón, poseía unos enormes ojos marrones llenos de vida… Cada vez que ella lo amamantaba, estiraba esos ojos con gesto de alegría… Aunque cuando tenía sueño, sus ojos mostraban una enorme tristeza iracunda ‘’Este niño será muy expresivo cuando sea grande’’ comento doña Hortensia al ver a su nieto por primera vez… A Mariana se le había olvidado lo que había dicho la bruja acerca de ‘’La marca de luna creciente en el hombro derecho’’ hasta que un día, bañando a su pequeño niño, le vio el brazo derecho… y este contenía una diminuta marca de color marrón en forma de luna creciente… ¡La vidente acertó por 3era vez!  Mariana empezó a preguntarse si lo que dijo de último se haría realidad ¿Estaría ella en peligro? ¿Ella tendría cerca a su peor verdugo? De ser así ¿Quién sería? ¿Sus hijos? Ella se quito ese pensamiento de la cabeza, Tal vez esas cosas solo estaban en su mente… Y no era necesario ser tan supersticioso con ello.
Pasaba el tiempo y ella veía cosas increíbles en sus dos niños, Antonio, Ya había empezado a hablar y José Eduardo a caminar, a Toñito le gustaba mucho jugar con su hermanito… Ya lo iban a inscribir en el kínder para que empezara su educación… Eran dos ángeles en su vida… Antonio, intentaba llevarse al pequeño Toño para que se formara como un hombre al crecer, pero este, al llegar a casa con su madre, no hacía más que llorar, Mariana en su inocencia, creía que era porque la extrañaba, No sabía de la serie de maltratos que sufría el niño con ese neandertal que tenia de esposo.
Había algo extraño en el ambiente… Con el pasar del tiempo, Mariana se volvió a dar cuenta que estaba embarazada -El 3er embarazo que la vidente había predicho- ¡Que Alegria! El 3er varón, Mariana estaba muy feliz, aunque no se puede decir lo mismo de Antonio… El solo quería un hijo… Aunque eso no fue razón por la cual el no dejaba de estar emocionado con la idea de su tercer hijo… Ese tiempo paso rápido, El tercer y último hijo, decidieron llamarlo Pedro Miguel, Como San Pedro y San Miguel respectivamente… Era el más parecido a Mariana, Con la piel tostada y los ojos ahumados, Similares a la negrura de la noche ¡Exceptuando la nariz! Era tan fina como su dulce rostro, que mostraba la inocencia de un angelito... Los niños, Emocionados por su tercer hermano, le hacían morisquetas de todas las clases, en especial Toñito… A él le gustaba mucho cuidarlos a ambos.
Los años pasaban como el tiempo que dura un corazón latir, la alegría de esa familia era increíble… Hasta que de un momento u otro, todo empezó a cambiar de una manera drástica, Antonio, se había vuelto un hombre frio y maltratador con su familia, Ya no besaba a su esposa ni abrazaba a sus niños… Solo les daba una serie de golpes y daños psicológicos a los niños, Sin razón alguna… Y amenazaba de forma significativa a Mariana, que lo único que ella hacia era llorar, al ser testigo de tan macabras torturas… Antonio dañaba de una forma mayoritaria a Toñito debido a que este tenía un carácter muy vulnerable… Y él pensaba que con los golpes, los malos tratos y las humillaciones… El se volvería un hombre… El solo trataba de ser fuerte por sus dos hermanos… José Eduardo y Pedrito… En las noches, cuando el sabia que Antonio se iba a dormir, conversaba con su hermano sobre irse, buscar la libertad… Y luego volver por su mama y Pedrito, Pensamiento que luego desechaban, debido a que temían que si se iban ¿Qué sucedería en un arranque de rabia de Antonio? Era capaz de todo, Hasta de matar a su familia si era posible… Mariana, pensaba en huir de ese desalmado que tenia de esposo… Pero no sabía cómo, a donde volver, y como quedarían sus niños sin su casa… Aunque eso no era casa… Antonio pasaba la mayoría de las ocasiones encerrado en el sótano (Si no estaba trabajando)  O Maltratando una forma significativa a sus hijos, golpeándolos o insultándolos brutalmente… Hasta que un día, Mariana se armo de valor y le pregunto su esposo:
-¿Por qué?-Dijo ella entre lagrimas.
-¿Por qué qué? ¿Crees que soy adivino?-Dijo con un tono déspota que ahora se le era muy común en el.
-¿Por qué le haces tanto daño a mis niños? ¿Por qué? Escúchame bien Antonio, me voy a ir, ya no aguanto esta situación con mis niños, ellos te tienen miedo, ya no quieren nada contigo ¿Qué va a suceder cuando estén grandes? No quiero que se traumaticen.- Se encontraba al borde de la impotencia, al borde de la locura si era posible.
De repente, como si ese hombre hubiera perdido la cabeza, tomo por el cuello a Mariana y la miro directamente a los ojos, estaban encendidos, como una cobra al ver a su próxima víctima.
-Escúchame bien, ni intentes poner un pie fuera de esta casa, ni tú, ni tus bastardos… La razón es que odio, aborrezco y me llena de rabia que tus niños sean tan buenos y angelicales como tú, deben ser hombres, machos y realmente cazadores… Ellos no van a ser nada si siguen así, Y la verdad es que ni tu ni ellos me importan en lo más mínimo… Pero ustedes son míos, de mi propiedad… Y si intentan hacer algo para irse de aquí, me veré obligado a matarlos si es posible.- La soltó con tanta fuerza que la dejo en el piso, llorando… Esa tarde, ella la paso pensando, fijando fechas, para ella irse… No le importaba si salía viva o muerta de ese lugar, Pero sus hijos debían vivir, Ser libres.
Antonio salía los jueves a las 7 am y regresaba a las 6 pm, lo que le daba a Mariana el tiempo para tomar sus cosas e irse, pensó en irse a Casa de su madre, en Maturín un tiempo hasta que pudiera comprar su propia casa… Como Antonio y Doña Hortensia habían dejado de tener relación en mucho tiempo… A esta no le preocupaba que fuera a buscarla, por ello, ese día, tan pronto se fue Antonio, ella hablo con sus niños para irse… Lo que ella no sabía, es que Antonio estaba consciente de ese plan, y pensaba darle una sorpresa… Iba a cumplir sus amenazas e iba a incendiar la casa de campo… Se encontraba en su coche, esperando que Mariana intentara salir con sus 3 monstruos… Estaba encolerizado y a su vez, excitado por la idea de ser un hombre libre con la partida de su infernal familia… Cuando vio que Mariana se encontraba agarrando sus maletas, Y llamando a sus niños para irse, El cazador entro a la casa… A Mariana se le pusieron los pelos de punta al verlo.
-Mi amor ¿Vas a algún lugar?-Dijo con un tono dulce, pero sus ojos reflejaban el daño que pensaba hacer.
Mariana no hizo más que gritarles a los niños que entraran a sus cuartos… Antonio se dispuso a golpearla como nunca lo había hecho, Se sentía grande, Majestuoso, Los niños dentro su cuarto, lloraban y temían que algo malo le sucediera a su madre… Toño, empezó a rezar y a repetirle a la virgencita que protegiera a su mama… Hasta que de un momento u otro, Le dijo a Eduardo que tomara a Pedrito Y Que los 3 iban a salvar a su mama, Como, no lo sabían, pero lo iban a hacer… Al bajar, y ver la horrible escena de su madre en un rincón de la casa, ensangrentada y a su padre en el sótano buscando gasolina… Se dispuso a tomar a su madre con toda la fuerza que podía dar un niño de 8 años… El era muy fan de Superman… Y este era el momento de ser el superhéroe de su mama, mientras la tomaba de brazos, al llegar a la cocina, se encontró con el espectro de su padre llenando de gasolina los muebles, los cuadros, Todo lo que estaba allí y al verlo, ni siquiera se apiado de ver a su hijo arrastrando a su madre por el suelo… Ese hombre era un monstruo… El niño, no hizo mas que decirle a su padre.
-¿Por qué hiciste esto papi? Ya no te quiero y voy a salvar a mi mama- Lo dijo como si fuera un niño grande, proyecto una fuerza mayor a lo que cualquier niño de su edad puede hacer.
-Porque eres un llorica igual que tu madre, ahora todos ustedes se van a quemar.-Dijo el cazador antes de encender un yesquero que tenía en las manos, de repente, todo se prendió fuego… Era como si hubiera bajado al mismo infierno… Y Toño ya no veía nada, ni a sus hermanos, ni a su papa, Solo estaba el y su madre –Virgencita, protege a Eduardo y a Pedrito- Fue lo que pensó y corrió arrastrando a su mama… El camino era denso, con el humo que era muy molesto para la nariz-Pensó Toño- Pero nada importaba, ellos debían salir, Al ver una luz… El sintió paz, era la luz que venía de la puerta y a su lado, lo vio a el a Antonio, se había golpeado la cabeza con un cuadro de su padre, y estaba inconsciente, Toñito, que tenía una sabana justamente al lado de la puerta, la tiro encima de Antonio-Ya así, capaz y cuando despierte todo sea cenizas-Pensó Toñito… Y así, pudieron llegar al jardín donde estaba el enorme sauce, Su mama se veía muy golpeada, pero respiraba, Toñito sabia que alguien respiraba cuando su pancita se movía de arriba abajo, Descansaron en el Sauce… Y de repente, Toño sintió que alguien lo tocaba por los hombros, cuando vio, era su hermanito, Eduardo, con Pedrito, Lo abrazo.
-¡Hermanitos! ¡Pense que se habían quedado allí dentro!- Dijo Toñito, estaba llorando, pero por primera vez, sintió paz consigo mismo.
-No seas tonto, Toño, nosotros huimos y nos quedamos detrás del sauce, esperando a que saliera papa para ayudarlos, cuando vi que se prendió fuego, me asuste y me quede con Pedrito- Eduardo estaba sonriendo, con los enormes ojos que proyectaban energía.
Como golpe del destino, un granjero muy amigo de Antonio iba pasando y cuando vio la terrible escena de fuego que tenia la casa lugareña, se acerco a ver si quedaba alguien vivo, Los niños, le gritaron que vinieran a ayudarlos… El señor, los subió a su camioneta y los llevo hacia Maturin, para que atendieran en el hospital a Mariana y los niños se quedaran con su abuela… En la camioneta pickup, los niños se voltearon y vieron la casa en llamas, Antonio lo que dijo fue:
-Ya seremos libres, Papa no nos volverá a pegar-Dijo con una sonrisa
-Si, y cuidaremos de mama y de Pedrito, Ahora seremos tu, Pedrito y yo, Los 3 contra el mundo… Y siempre protegeremos y vamos a querer a mi mama, Luego cuando seamos grandes, le haremos una casa gigante donde ella pueda ser feliz ¿Promesa de hermano?-En un acto de instinto, José Eduardo de escupió en la mano y se la dio a Toñito, Toñito imito la acción, y con una sonrisa replico:
-Promesa de hermano.- Y ambos sonrieron y abrazaron al pequeño Pedrito… Ya todo había terminado…Tras la recuperación de Mariana, se mudaron a una bonita casa en la avenida Juncal, de Maturín, pasaban los años, como si fueran minutos, Los niños-Que ya no eran unos niños- Les gustaba hacer feliz de todas las formas posibles a su mama, Les daban las mayores satisfacciones del mundo, Toñito, O más bien Antonio, ya era un Joven de 18 años, Alto, de cabello azabache, de piel pálida y con la nariz chata, era un chico corpulento, pero gozaba de una gran elegancia al caminar, Había decidido estudiar medicina, Quería salvar vidas y ayudar a quienes lo necesitaban… Más tarde, José Eduardo, elegiría ese mismo camino, ahora el, alto (Mucho mas que Antonio) de cara en forma de rectángulo, nariz chata y enormes ojos castaños llenos de energía, era un chico de sonrisa preciosa… Quien adoraba ayudar a su mama a cocinar y por último, Pedrito, era un joven de 16 años… Quien más tarde eligió estudiar derecho, quien se volvería doctor en su materia… Era un joven inteligente y el más parecido a Mariana, con la piel tostada y los ojos que mostraban tranquilidad, y su semblante siempre estaba pasivo… Los 3 eran unos ángeles, Quienes estarían con su madre hasta el final…
Muchísimo tiempo más tarde, Antonio, quien amaba las casas grandes con aspecto de castillo, Eligio hacer una en los campos de la carretera del sur, con un jardín repleto de izoras, y un espacio para que su madre (Quien ahora era abuela) tuviera un lugar donde sembrar sus hermosas plantas y con decoraciones de piedra por todo el lugar, Era un lugar hermoso, la sala era un espacio concretamente familiar, con una chimenea y un estante de cristal donde se colocaban las fotos y por último, una cocina donde Mariana, con la esposa de su hijo Antonio, Isabel, conversaban y cocinaban juntas… Mientras observaban a las pequeñas María Isabel y Carolina corretear, Mariana(Quien como abuela), era la luz de ese lugar, todo era un espejo de sí misma, siempre le sacaba una sonrisa a quien llegaba, adoraba cocinar, y era la mejor en eso, así ella hiciera lo más simple, José Eduardo y Pedro- Quienes se habían vuelto, hombres de grandes valores y responsables- Amaban cuando ella venia y les preparaba algo de su gastronomía preferida o simplemente la mas mínima tontería cocinada por ella, Cuando María Isabel se sentía triste, La abuela la tranquilizaba con un terroncito de azúcar, y como niña, sentía que todo cobraba una segunda dimensión, donde solo eran su abuela y ella…No solamente le gustaba cocinar, sino que era la mejor mentora del mundo, esa era su vocación, para lo que ella había estado destinada, y ahora que llevaba tiempo jubilada, nada la hacía más feliz que enseñar a sus nietas… Carolina y María Isabel, Cuando venían sus otros 2 nietos, Ana y Eleazar, se ponía muy feliz al estar con ellos, Aunque Maria Isabel y Eleazar no se llevaban muy bien-Son cosas de niños- Era lo que comentaba sobre sus tontas peleas.
Las épocas de navidad, para los González, eran las mejores, todos esperaban la llegada del niño Dios y no había mejor noche que la del 24 de diciembre… Mas con el banquete que realizaba la abuela (Normalmente, era ayudada por Isabel y Antonio además que, comúnmente José Eduardo y Pedro hacían algo especial pero había que ser honestos, Todo quedaba opacado por lo que preparaba Mariana) Las hallacas, la ensalada de gallina eran su especialidad, su sabor era único… Según la abuela, Así la hacia su madre, Doña Hortensia y algún día, María Isabel, Carolina y Ana, tendrían la mismo sazón…Una navidad, Maria Isabel recibió un regalo especial, Era un collar en forma de luna creciente, dorado  y detrás tenía algo escrito ‘’la magia y la inteligencia son cosas peligrosas, pero el amor lo es todavía más’’ Ese era el collar de su abuela… Cuando se lo fue a devolver, la abuela lo negó
-¿Por qué,Abuelita?- Maria no comprendía, ese collar era muy viejo, pero era valioso, pertenecía a una de las mujeres más admirables que había conocido en su vida.
-Es tuyo hija mía, eres mi primogénita, cuídalo con tu alma y debes dárselo a tu primera hija, para que vaya de generación en generación, mientras lleves ese collar en el cuello, Yo estaré contigo, cuidándote, protegiéndote, Siempre estaré contigo, nunca lo olvides… Y el collar es un recordatorio.- La abuela abrazo a su nieta, María Isabel estaba llorando y no sabía porque, tenia un mal presentimiento… Pero ella se alejo de sus malos pensamientos, Y fue con su hermanita y su prima a abrir los demás regalos.
Y asi, pasaban los años, no solamente los niños iban creciendo y escuchando los consejos de su abuela, sino que todavía-Siendo hombres hechos y derechos-sus padres también iban por consejos hacia la abuela, para pedir su opinión con respecto a distintas situaciones… Ella siempre les ayudaba y reaccionaba con una sonrisa, Durante ese tiempo, todos imaginaban que nada iba a cambiar, que todo estaría bien, que siempre estarían riendo… Con el pasar del tiempo, muchas cosas empezaron a cambiar… Ya no eran 4 niños, sino 7 con la llegada de Jose, Enrique y Priscila, todos con 3 años de diferencia… Y que los retoños mayores de los Gonzales ya no eran unos niños, Carolina, se había vuelto una joven de cabello negro y ojos color verdes, similar a los de un gato… tenia 14 años y era la menor, Ana… La segunda, tenia la piel morena y unos enormes ojos negros, a pesar de que se parecía mucho a su madre, sus ojos, ahumados como los vidrios de los autos … Eran parecidos a los de Mariana, su abuela… Era tan solo unos meses menor que María Isabel, de 16 años… Tenía la piel pálida y el cabello del color cobre y bastante largo… era la más parecida a su padre, Antonio y a su vez, tenia rasgos iguales a los de su madre, Isabel, como la mirada tranquila y la forma de los pómulos… Alineados, A pesar de las diferentes gamas de colores de cabello y piel, todos tenían rasgos similares, Como los ojos grandes y la nariz chata(Excepto Pedro, el menor de los hermanos… Su nariz era clásica, perfilada, con el tabique y los huecos en su lugar) Tenia rasgos similares a Eleazar, quien ahora era un jovencito de 15 años, Aunque este tenía unos ojos marrones llenos de vida, como su tio Eduardo… Seguía discutiendo con María Isabel(Por cualquier tema) , aunque muy dentro de sí mismo, la quería como a sus otras primas.
Un dia, todo empezó a cambiar, la sonrisa de Mariana cambio por una mueca de dolor, había empezado a sentirse mal y los doctores la ayudaron, pero peor fue el remedio que la enfermedad… No hizo que ella empeorara su situación, Ya no se le encontraba solución a su problema… José Eduardo, contacto a sus mentores pero ellos tampoco le encontraban cura, orgánicamente hablando, ella estaba bien… Pero psicológicamente hablando, su vida era una tortura diaria, llego hasta el extremo de no querer salir, ni tomar los medicamentos, ya no quería hablar con nadie, ni con sus nietos, ni con sus hijos… Solo quería que la dejaran  con su dolor y ella… Ya sus hijos se ahorraban el preguntarle ¿Cómo estas? Ya que sabían que la respuesta seria un adjetivo destinado al mal… Para ella, todos los días eran grises, Toda su ropa se le veía fea y la única solución que ella veía a su problema era morir y descansar en paz… Se le había olvidado vivir y sonreír, Ya no existían comidas para sus hijos, ni idas a las iglesias… ni conversaciones con Isabel, ya no enseñaba a los más pequeños, solo eran días de espera, ella solo esperaba que la muerte se asomara en su ventana… Pero ella no entendía, no veía, el dolor que sentían sus hijos al verla, la frustración que sentían, la tristeza que sentía Eduardo por no haber cumplido su promesa… Prometieron que harían feliz a su mama para siempre… Y ahora, era la persona más triste que habían visto en este mundo… Era alguien que tenía una sonrisa olvidada…Sus nietas, trataban de hacerla sentir mejor… En especial María Isabel-Sin mucho éxito- Cuando se sentaban en el jardín, su abuela solo hablaba de su dolor y así María le hablaba en torno a otro tema, ella lo cambiaba en torno a ella y a su dolor.
-Abuela, mira esa mariposa, es diferente a las otras.-Era de color rojo con rayas negras, volaba por todo el jardín, María Isabel estaba acostumbrada a ver mariposas negras, de esas asquerosas que no soportaba… Ella pensó que con su comentario, haría que su abuela se centrara en la mariposa y olvidara de su dolor-Sin éxito- La abuela le enfatizo:
-A mi me encantan las mariposas, cuando muera, reencarnare en una y me posare en tu ventana, para cuidarte, todos los días- A María Isabel se le aguaron los ojos, no quería ni siquiera imaginarse ese momento;Llego un punto en el que ya no querían decir nada sobre ese tema, era un enigma medico, su dolor… Y las tristeza que sentían, Ya ella no era su abuela Mariana, era una impostora que estaba ocupando su lugar, Alguien que se le había olvidado sonreír y tener alegría… Se había olvidado de que en los momentos más oscuros había luz, así sea en el fondo del camino… Y que debía seguir, luchar por llegar a ese camino, para volver a vivir…Ya todos se habían acostumbrado a la abuela de la sonrisa olvidada, hasta que un día de verano, Jose, siendo un niño de nueve años, se le acerco a su abuelita y le pregunto
-Abuelita ¿Qué tienes?- Pregunto, con la picardía que siempre emanaba en sus ojos marrones
-Me siento mal-Dijo secamente la abuela, sentada en su mecedora.
Y Jose, empezó a cantar ‘’Sana, sana culito de rana si no sana hoy, sanara mañana’’
-¿Por qué haces eso?- Pregunto la abuela con curiosidad, interesada en lo que estaba haciendo el niño
-Sanándote abuelita, si no lo hago hoy, lo hare mañana-Dijo Entusiasmado con la idea
-Me temo que eso no se va a poder- Sentencio la abuela  con amargura y una lagrima resbalo por su mejilla
- ¡Claro que se va a poder, abuelita! Confio en que vas a volver a reir, porque la vida es muy bonita, se que soy un niño y no te puedo ayudar mucho, pero ya vas a ver, confía en Dios y en la virgencita… Ellos nos quieren mucho, igual que yo a ti abuelita, vas a ver que te vas a mejorar.- A la abuela, al ver a su pequeño nieto hablando asi, no hizo mas que llorar, pero ya no eran lagrimas de tristeza… ¡Eran de alivio! Sentia algo diferente, una calidez que señalaba que ya su oscuridad había llegado a su fin.
-¡Antonio,Jose Eduardo, Carolina,Maria Isabel,Isabel! Vengan ahora- Grito como nadie lo hubiese hecho,Todos acudieron al jardín pensando que algo había ocurrido.
-¿Qué paso Señora Mariana?-Pregunto Isabel.
-Abuela ¿Qué sucede?- Dijeron al unisonó, Maria Isabel y Carolina.
-Nada mis hijos, hoy he aprendido una valiosa lección, no importa cómo me vea, la enfermedad que tenga o las cirugías a las que me someta, estoy viva y Dios me ha regalado otro dia para que yo este con ustedes y recuerde como sonreír, que es evidente que se me olvido hacerlo por un tiempo, pero eso va a cambiar, desde ahora voy a cambiar, Recuerden que no hay nada que yo ame mas que ustedes y debo darle las gracias a Dios por tener una familia que solo busca que este bien, Voy a volver a vivir, no a sobrevivir- En llanto, todos se acercaron a abrazarla, por ´primera vez, a la cálida mujer que todos habían conocido… Ya no hubo mas noches de tristezas, ni preocupaciones para los hermanos, no hubo mas médicos y frustraciones, Maria Isabel, en especial volvia a sentir el cariño y la vida que había dentro de su abuela… Las lagrimas se convirtieron en azúcar y las muecas se convirtieron en sonrisas que alguna vez fueron olvidadas…
Tras un año, de la recuperación de la abuela, En la casa González Fuentes vivían María Isabel  y Carolina González, María Isabel, llamada así por su madre, Isabel, adoraba escuchar los cuentos de su abuela Mariana, Todos tenían una esencia única y verídica, después de un año de recuperación de su abuelita, Mientras María Isabel y Carolina peinaban a su abuela para ir a casa de su tío Eduardo, Carolina le dijo:
-¡Abuela! ¿Por qué yo nunca puedo escuchar tu historia?-Dijo con la rabieta de una niña, Aunque no lo era.
-Porque siempre esta distraída- le replico María Isabel con burla, siempre le gustaba molestar a su hermana menor
-¡Basta las dos! ¿Por qué mientras esperamos les cuento mi historia? Al final, tengo un desenlacé afortunado mis princesas… ¡Ya Carolina déjame el pelo!  Veamos… Por donde comienzo…-La abuela cerro sus ojos por un momento y varias imágenes pasaron por su mente… Y así Volvimos al comienzo…
Mientras la abuela empezó a contar su historia, una banda de mariposas se fue volando hacia el cielo, Solo María Isabel  las vio y con una sonrisa las despidió, porque se llevaban el llanto y la tristeza y dejaban con ellas la mejor dicha del mundo… Escuchar feliz a su abuela, la mujer que supero el tener una sonrisa olvidada.