Para mi mejor amiga
Escribo
esto con lágrimas en los ojos, de ti no me quiero despedir jamás.
Veo como
se acerca la hora de que te vayas y con el corazón en la mano pido que cada
segundo que estés a mi lado seas feliz.
Nunca
voy a olvidar la primera vez que te vi, tan frágil, tan pequeña, con mucho
miedo. La sensación de que tenía que ayudarte estaba dentro de mi pecho pero lo
que no sabía era que tu viniste al mundo para ayudarme a mí, en realidad no sé
si yo te rescate a ti o tú me rescataste a mi ¡Pero la compañía que me has
regalado ha sido única! Tardes de juegos que no voy a olvidar, miradas tan
bonitas que viven en mí, dejaste una marca que para mí será difícil borrar.
A
pesar de no entenderte, te escuchaba y trate de hacerte feliz en todo lo que
pude, intente mantenerte a mi lado la mayor cantidad de tiempo y si hubiera
sido capaz, te habría hecho eterna con tal de que no faltaras nunca, con tal de
tenerte para siempre a mi lado, con tal de sentirte esos ojos pequeños y verdes
acercarse y verme con aquella curiosidad.
Sinceramente
no voy a poder, no podre con tu ausencia y eso me da miedo, me da miedo
perderte, pero lo veo tan cerca y se me hace un nudo en el pecho cuando siento
que algún día me faltaras.
Te
pido perdón si algún día sentiste que no te quería, si alguna vez por estar
estudiando no quise jugar contigo o si me distraje con alguna tontería y no te
regale el tiempo que te merecías, siempre pensando que eras capaz de
desenvolverte sola, pero no era así, me necesitabas tanto a mi como yo a ti.
Sin
embargo, si es la hora de que te vayas, atesorare cada momento contigo en mi
corazón, estarás viva en mi memoria, te buscare donde sea que vaya... Y
sobretodo si algún día logras perdonarme
y puedo regresar a volver a sentir esos ojos verdes llenos de curiosidad
acercarse hacia mí, con ganas de jugar otra vez, esperare ese momento, como te
esperare a ti.
Dedicado a todos
aquellos que se fueron.