La verdad
acerca de la luz de la luciérnaga:
Muchas
veces somos presas de la soledad, estamos en constante búsqueda de personas que
llenen ese vacío, cuando muy dentro de nosotros sabemos que estamos solos en el
mundo y que como vinimos a esta cruel realidad, nos vamos a ir.
A veces
tenemos la dicha de encontrar pequeñas luciérnagas en el camino, pero somos tan
estúpidos que la ignoramos; Nos deslumbramos por lo falso que brilla, esa
estrella fugaz que nos hace sentir acompañados, pero cuando menos lo esperamos,
se va cuando encuentra un mejor lugar donde resplandecer.
Y ¿Sabes
que es lo peor? Que ese pequeño brillo de esa luciérnaga aparece, cuando se
necesita ayuda, cuando nos sentimos a oscuras, solos e indefensos, pero con
ella, vemos un camino de luz diferente que nos lleva a un mundo donde ya la
oscuridad se va cuando esa mínima luciérnaga aparece, haciendo prueba de que lo
menos es mas… Somos tan desagradecidos que preguntamos el porqué se desapareció
en ese tiempo, aun así sabiendo que estuvimos todo el tiempo deslumbrados por
esa estrella fugaz, aquella que como llego, se fue.
Muchas
veces tenemos esa dualidad, intentamos ser esa luciérnaga para esa persona
especial, asi ella se deslumbre con algo pasajero, mientras ella se engaña a si
misma nosotros esperamos, esperamos a que ella vuelva a ser la que una vez fue,
a que entienda que muchas veces es mejor estar con una pequeña luciérnaga que
te brinde una luz real al final del camino, a encontrarse bajo mil estrellas
falsas, que brillen mientras el cielo este despejado, pero durante la tormenta,
todas se escondan entre las nubes, Otras veces nos dejamos fascinar por
aquellos que muestran un brillo extraño, demasiado enceguecedor para ser real.
La verdad
acerca de la luz de las luciérnagas es que ella brilla para ese ser especial,
para que encuentre por fin su camino y no la olvide, que sea ella ese faro de
luz para que se olvide de la oscuridad, que ella sea la calma después de la
tormenta y que sea ella quien guie hacia ese pobre aprendiz hacia un camino
real, sin mentiras ni estrellas falsas, donde lo pequeño es grande y lo grande
es real ¡No te dejes engañar!