lunes, 25 de octubre de 2021

Escribiéndole a un fantasma

 

Llevo varias noches sin dormir, es increíble como de la nada todos los recuerdos salen de mi pecho y no sé cómo hacer para que las lágrimas no se derramen, todos los días me digo a mi misma que quiero estar tranquila, que quiero ver el atardecer o simplemente hacer las cosas que me gustaban antes de encontrarme con el fantasma, pero no puedo.

Tengo la voz ensordecedora de las personas a mi alrededor repitiéndome constantemente que todo va a estar bien, que debo mantenerme serena, que lo más importante es la percepción de mi misma ¿Qué percepción puedo tener? Ni siquiera lo sé.

Todos los días fantaseo con aquella tarde de 3 de octubre donde simplemente éramos tú y yo, donde me mirabas con aquellos ojos tan bonitos y yo sonreía solamente para captar tu atención, todas tus facciones eran moldeadas por el mejor artista que es mi Dios única y exclusivamente para mí y de eso me sentía orgullosa. Me había encontrado con el verdadero ángel, mi único ángel.

La verdad nunca me había cuestionado ¿Por qué yo? No sabía que había hecho en otra vida para obtener esa bendición tan maravillosa de tenerte a mi lado, de saber que nunca te irías de mí  y que desde que llegaste a mi vida las tinieblas se acabaron, es imposible para mi pensar que ya no te veré más y sobretodo que todos esos planes que teníamos se convertirán solamente en palabras llenas de amor que se las llevo el viento.

Pero, si no te veré mas ¿Por qué te apareces a los pies de mi cama cada noche? ¿Por qué vives en las ventanas? ¿Por qué cuando me veo en el espejo solamente veo tu rostro? La última vez que te hable, recuerdo que tu voz quedo clavada en mi cabeza y para mi será imposible de olvidar, cada noche cuando te apareces ante mis ojos, repites la frase una y otra vez, torturándome.

¿No me piensas dejar en paz? Créeme que si tuviera la oportunidad de viajar en el tiempo, lo hiciera, pero me quedara atrapada en esa noche fría de Octubre, o si no me quedara en cualquier noche donde nos quedáramos hasta la madrugada hablando, o simplemente me quedaría en las tardes de marzo donde veíamos el cielo, me quedaría a verte con tu sonrisa cálida, que tanto me gustaba ver y podría perfectamente sentarme a ver nuestra historia en una sala de cine, porque siento que de todas sería la mejor.

Pero aquí me encuentro, escribiéndote, con rabia, con tristeza y con mucho amor acumulado, me pesa el saber que la única forma de que te manifiestes ante mis ojos sea como un fantasma y si tuviera la oportunidad de revertir todo lo hiciera.

Aunque siéndote sincera, fantaseo con la idea de verte regresar, siempre pienso que un día cruzaras esa puerta para darme un abrazo, esa es la única manera que logro conciliar el sueño, imaginando que volverás a mis brazos, ideando como conquistar tu corazón nuevamente y como poder revertir todo aquello que nos genera angustia, pensando que ya no eres un fantasma y que esos ojos que pasaron de ser de un caballero inexpresivo a nuevamente serlo se encontrarían con los míos y quizás, tan solo quizás si el destino o la suerte me acompañen, cambien ese brillo frio a uno lleno de amor, otra vez.

¿Interesante el nombre, verdad?

Si, probablemente hoy vea de nuevo al fantasma.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario